Qué es un postre Pavlova

 

Pavlova

La Pavlova es un postre exquisito y visualmente impresionante, perfecto para cualquier celebración. Aquí te explico en detalle qué es, su historia, ingredientes y consejos para prepararla con éxito.


¿QUÉ ES UN POSTRE PAVLOVA?

La Pavlova es un postre a base de merengue horneado que se caracteriza por tener una corteza crujiente por fuera y un interior suave, aireado y ligeramente parecido a un malvavisco. Se sirve tradicionalmente cubierta con nata montada y frutas frescas, especialmente bayas de temporada. Su ligereza y delicadeza son sus sellos distintivos.


HISTORIA Y ORIGEN

El postre Pavlova lleva el nombre de la famosa bailarina de ballet rusa Anna Pavlova, quien realizó giras por Australia y Nueva Zelanda en la década de 1920. La leyenda dice que el postre fue creado en su honor, buscando reflejar la gracia y ligereza de sus movimientos en el escenario.

Sin embargo, el país de origen de la Pavlova es motivo de un largo y acalorado debate entre Australia y Nueva Zelanda, ambos reclamando su creación.

Teoría Neozelandesa: Se sugiere que el postre fue inventado por un chef en un hotel de Nueva Zelanda durante la gira de Anna Pavlova en 1926. Algunas investigaciones han encontrado recetas similares a la Pavlova en libros de cocina neozelandeses ya en 1929.

Teoría Australiana: Otra versión atribuye la creación a Bert Sachse, chef del Hotel Esplanade en Perth, Australia, en 1935. Se dice que el postre fue elogiado por su delicadeza, lo que llevó a bautizarlo con el nombre de la bailarina.

A pesar de la disputa, lo que es innegable es que la Pavlova se ha convertido en un plato icónico y una parte importante de la cocina nacional de ambos países, especialmente en celebraciones y festividades durante el verano (que en el hemisferio sur coincide con la Navidad).

INGREDIENTES DE UNA PAVLOVA

Los ingredientes principales para la base de merengue de una Pavlova son:

  • Claras de huevo: Preferiblemente a temperatura ambiente, ya que baten mejor y alcanzan mayor volumen.
  • Azúcar: Azúcar granulada fina (azúcar caster en algunos lugares) es ideal, ya que se disuelve más fácilmente en las claras.
  • Extracto de vainilla: Para dar sabor. (opcional)

PARA EL TOPPING O ACOMPAÑAMIENTO

  • Nata (crema de leche) para montar: Bien fría, para montar hasta obtener picos suaves o firmes.
  • Azúcar glas (opcional): Para endulzar la nata.
  • Frutas frescas: La elección es personal, pero las bayas (fresas, frambuesas, arándanos), kiwi, maracuyá y duraznos son opciones populares.
  • Hojas de menta (opcional): Para decorar.

CONSEJOS PARA TENER ÉXITO EN SU ELABORACIÓN

La Pavlova puede parecer intimidante, pero con estos consejos, aumentarás tus posibilidades de éxito:

  1. Limpieza impecable: Asegúrate de que el bol dónde vas a batir las claras y las varillas de la batidora estén absolutamente limpios y libres de cualquier rastro de grasa o yema de huevo. Incluso una pequeña cantidad de grasa puede impedir que las claras monten correctamente. Puedes pasar un trozo de limón o un paño con vinagre blanco por el bol y las varillas antes de usarlos.
  2. Huevos a temperatura ambiente: Las claras de huevo a temperatura ambiente baten con más facilidad y alcanzan un mayor volumen y estabilidad. Si los huevos están fríos, puedes sumergirlos en agua tibia durante unos 10 a 15 minutos antes de separarlos.
  3. Separar los huevos cuidadosamente: Asegúrate de que ni una pizca de yema caiga en las claras. Es recomendable separar cada huevo en un recipiente pequeño individual antes de añadir las claras al bol principal.
  4. Azúcar poco a poco y bien disuelto: Una vez que las claras de huevo estén espumosas, comienza a añadir el azúcar gradualmente, cucharada a cucharada, batiendo bien después de cada adición. Es crucial que el azúcar se disuelva por completo; de lo contrario, la Pavlova puede "llorar" (soltar líquido) o quedar granulada. Puedes probar frotando un poco del merengue entre tus dedos para asegurarte de que no haya granos de azúcar.
  5. No sobrebatir: Bate el merengue hasta que esté brillante, blanco y forme picos firmes. Si lo bates en exceso, puede volverse seco y quebradizo, lo que puede provocar grietas durante el horneado.
  6. Horneado a baja temperatura y lento: La clave para una Pavlova perfecta es un horneado a baja temperatura y prolongado. Esto permite que el exterior se seque y se vuelva crujiente sin quemarse, mientras el interior se cocina lentamente para lograr esa textura de malvavisco.
  7. Enfriamiento gradual dentro del horno: Una vez que el tiempo de cocción haya terminado, apaga el horno y deja la Pavlova dentro con la puerta ligeramente entreabierta hasta que se enfríe por completo. Los cambios bruscos de temperatura pueden hacer que se agriete o se hunda. Idealmente, puedes dejarla enfriar durante varias horas o incluso toda la noche.
  8. Días secos: Intenta hacer la Pavlova en un día con baja humedad. El azúcar en el merengue es higroscópico, lo que significa que absorbe la humedad del aire, lo que puede hacer que la Pavlova quede pegajosa o blanda.
  9. Montar y decorar justo antes de servir: La Pavlova es mejor consumirla poco después de montarla con la nata y la fruta, ya que la humedad de los toppings puede ablandar el merengue con el tiempo. Si la preparas con antelación, guarda la base de merengue horneada en un lugar fresco y seco, en un recipiente hermético.

¡Disfruta de la preparación y de este delicioso postre!


receta de Pavlova

Receta de Pavlova con Bayas 

INGREDIENTES

  • 4 claras de huevo
  • 1/8 de cucharadita de crémor tártaro
  • 1 1/3 tazas de azúcar
  • La ralladura de 1 limón
  • 1 taza de crema para montar
  • Azúcar glas al gusto
  • Frutas frescas de tu elección. La elección es personal, pero las bayas (fresas, frambuesas, arándanos), kiwi, maracuyá y duraznos son opciones populares.

INSTRUCCIONES

  1. Batir las claras de huevo. Empezar con un bol limpio; cualquier grasa en el bol o en las varillas arruinará el merengue.
  2. Añade el azúcar. Cuando las claras estén batidas a punto de nieve suave, empieza a añadir 1 1/3 tazas de azúcar extrafino, cucharada a cucharada. Si añades el azúcar en incrementos de cucharada, obtendrás un merengue más esponjoso en la mitad del tiempo.
  3. Agregar una gran cantidad de azúcar de una sola vez reducirá drásticamente el volumen del merengue y requerirá más tiempo para batirlo.
  4. Batir hasta que esté firme. Con una batidora eléctrica a alta velocidad, batir el merengue hasta que se formen picos firmes. Comprobar la consistencia sacando los batidores del bol. Los picos deben mantener su forma.
  5. Incorporar suavemente 2 cucharadas de ralladura de limón recién rallado.
  6. Dibujar un círculo de 23 cm en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal.
  7. Rocíe ligeramente el papel con aceite en aerosol para evitar que se pegue.
  8. Extienda la mezcla para darle forma. Rellena el círculo trazado con merengue. Haz una pequeña hendidura en el centro para el relleno.
  9. Hornea en un horno precalentado a 200 °F (93 °C) durante 1 hora.
  10. Apaga el horno y deja reposar 30 minutos más.
  11. Mantén la puerta del horno cerrada para que el merengue se seque por completo.
  12. Rellena el centro del círculo con nata montada a picos suaves o firmes. (Puedes añadir azúcar glas al gusto) y cubre con frutas frescas rebanadas.

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