Cheesecake con Cobertura de Ganache de Chocolate
El Cheesecake
con cobertura de Fresa es un postre
clásico y delicioso, pero ¿qué tal si lo llevamos al siguiente nivel con una
deliciosa capa de chocolate? En esta receta te enseñamos cómo preparar un
cheesecake con una irresistible capa de chocolate fundido. ¡No te pierdas esta
combinación perfecta de sabores!
Aquí tienes la historia del cheesecake, su origen, y algunos consejos
para que tu cheesecake con cobertura de
chocolate quede espectacular, además de la mejor forma de rebanarlo.
LA FASCINANTE HISTORIA DEL CHEESECAKE
El cheesecake, o pastel de queso, tiene una historia mucho más antigua
de lo que podrías imaginar, y su origen se remonta a la antigua Grecia.
Antigua Grecia
Los historiadores creen que el primer "pastel de queso" se
creó en la antigua Grecia. Las evidencias más tempranas sugieren que se servía
en la isla de Samos ya en el siglo V a.C. No era como el cheesecake cremoso que
conocemos hoy, sino más bien una tarta hecha con queso fresco, harina y miel.
Incluso se dice que se servía a los atletas durante los primeros Juegos
Olímpicos en el 776 a.C. para darles energía.
Imperio Romano
Cuando los romanos conquistaron Grecia, adoptaron y adaptaron muchas de
sus costumbres culinarias, incluyendo la receta del pastel de queso. Lo
llamaron "placenta" o "libum" (pan de los Dioses), y a menudo
lo ofrecían a sus dioses.
Las recetas romanas ya incluían huevos, y a veces se cocinaba bajo una
costra de masa.
Edad Media y Expansión por Europa
A medida que el Imperio Romano se expandía, también lo hizo la receta
del pastel de queso. En la Edad Media, cada región europea comenzó a
desarrollar sus propias versiones, utilizando los quesos locales disponibles.
Las recetas se volvieron más elaboradas, incorporando otros ingredientes como
frutas y especias.
El Cheesecake Moderno y la Novedad del Queso Crema
La versión de cheesecake que más se asemeja a la que conocemos hoy en
día, especialmente la de tipo neoyorquino, surgió en los Estados Unidos. Un
momento clave fue en 1872, cuando un lechero en Chester, Nueva York, intentaba
recrear el queso Neufchâtel francés y accidentalmente inventó una forma de
queso sin madurar más pesado y cremoso que eventualmente se comercializaría
como queso crema. En 1912, James L. Kraft patentó el queso crema Philadelphia,
que se volvió omnipresente y se convirtió en la base del cheesecake moderno.
El Cheesecake de Nueva York
El cheesecake estilo Nueva York, famoso por su densidad, cremosidad y
riqueza, se popularizó en la primera mitad del siglo XX. Restaurantes y
delicatessen, especialmente en la comunidad judía de Nueva York, comenzaron a
servirlo como postre.
Hoy en día, hay innumerables variaciones de cheesecake en todo el mundo,
cada una con su propio encanto regional.
CONSEJOS PARA UN CHEESECAKE FENOMENAL
Preparar un cheesecake puede parecer intimidante, pero con estos
consejos, ¡te aseguro que quedará de restaurante!
1. Ingredientes a
Temperatura Ambiente: Este es crucial. El queso crema, los huevos y cualquier lácteo deben
estar a temperatura ambiente. Esto asegura que se mezclen de manera uniforme y
sin grumos, creando una textura suave y homogénea. Sácalo del refrigerador al
menos una hora antes de empezar.
2. No Mezclar en
Exceso: Una vez que añadas los huevos, mezcla solo hasta que estén
incorporados. Batir en exceso después de agregar los huevos incorporará demasiado
aire a la mezcla, lo que puede causar que el cheesecake se agriete al
enfriarse.
3. Molde Desmontable y
Papel de Horno: Usa un molde desmontable para facilitar el desmolde. Forra la base con
papel de horno para que sea más fácil transferir el cheesecake una vez listo.
Asegúrate de que el molde esté bien sellado si vas a usar un baño María.
4. Baño María
(Opcional, pero Recomendado): Hornear el cheesecake en un baño
María (colocar el molde del cheesecake dentro de un molde más grande con agua
caliente) es el secreto para una cocción uniforme y evitar grietas. El vapor
crea un ambiente húmedo que ayuda a que el cheesecake se cocine suavemente y no
se seque ni se agriete. Si no usas baño María, puedes poner una bandeja con
agua en la parte inferior del horno.
5. Refrigeración
Lenta: Una vez que el cheesecake esté horneado (el centro debe estar
ligeramente tembloroso, pero los bordes firmes), apaga el horno y abre
ligeramente la puerta. Deja el cheesecake dentro del horno durante al menos una
hora para que se enfríe lentamente. Esto ayuda a prevenir grietas por cambios
bruscos de temperatura.
6. Refrigeración
Completa: Una vez que el cheesecake esté a temperatura ambiente, refrigéralo por
al menos 6-8 horas, o idealmente toda la noche. Esto permite que se asiente
completamente y alcance su textura y sabor óptimos. ¡La paciencia es clave!
7. Cobertura de
Chocolate (Ganache): Para una cobertura de chocolate espectacular, prepara una ganache de
chocolate. Puedes hacerla calentando crema de leche y vertiéndola sobre
chocolate troceado, dejando reposar unos minutos y luego mezclando hasta que
esté suave. Deja que la ganache se enfríe y espese un poco antes de verterla
sobre el cheesecake frío.
8. Decoración
Adicional: Para un toque extra, puedes añadir rizos de chocolate, frutos rojos
frescos, o incluso un poco de sal marina en escamas para realzar el sabor del
chocolate.
CÓMO REBANAR UN CHEESECAKE DE FORMA CORRECTA
Rebanar un cheesecake de forma limpia y elegante puede ser un arte. Aquí
tienes los pasos para lograrlo:
1. Cuchillo Caliente: Este es el truco
número uno. Llena un vaso alto o una jarra con agua muy caliente (casi
hirviendo). Sumerge un cuchillo largo y afilado (preferiblemente sin sierra, o
con dientes muy finos) en el agua caliente durante unos 10-15 segundos.
2. Limpiar el Cuchillo: Retira el cuchillo
del agua y sécalo completamente con un paño limpio o papel de cocina. Asegúrate
de que no queden gotas de agua, ya que podrían manchar el cheesecake.
3. Hacer el Corte: Realiza un corte
limpio y firme a través del cheesecake. No arrastres el cuchillo; intenta hacer
un solo movimiento descendente.
4. Limpiar entre
Cortes: Después de cada corte, sumerge nuevamente el cuchillo en el agua
caliente, límpialo y sécalo antes de hacer el siguiente. Esto evita que el
queso se pegue al cuchillo y arrastre migas, asegurando que cada rebanada sea
perfecta.
5. Servir con
Espátula: Usa una espátula de servir para levantar cuidadosamente cada rebanada.
¡Con estos consejos, tu cheesecake con cobertura de chocolate no solo
sabrá delicioso, sino que también lucirá como una obra de arte! ¡Que lo
disfrutes!
Cheesecake con Cobertura de Chocolate
Autor: Adriana
Raciones: 10
Tiempo de Horneado: 45 a 50 minutos
Método: Horneado
Cocina: Americana
Categoría: Cheesecake
INGREDIENTES
- 1 taza de galletas dulces trituradas
- 3 cucharadas de mantequilla derretida
- 400 g de queso crema (dos paquetes)
- 1 taza de azúcar
- 1 cucharada de maicena
- 3 huevos
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
INGREDIENTES DEL GANACHE DE CHOCOLATE
- 150 gramos de chocolate negro, troceado
- 80 de crema de leche
- Vainilla al gusto
INSTRUCCIONES
- Precalienta el horno a 400 ºF (200 ºC)
- Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida.
- Pon la mezcla de galletas en un molde para tortas desmoldable y hornea durante 5 minutos a 400 °F (200 °C). Deja enfriar y reserva.
- Bate muy bien el queso crema hasta obtener una crema suave, agrega el azúcar, la maicena, los huevos y la vainilla.
- Vierte la mezcla en el molde con las galletas.
- Hornea durante 35 minutos, o hasta que al insertar un palillo éste salga seco.
- Deja enfriar sobre una rejilla metálica.
- Extiende la cobertura de chocolate por encima del cheesecake.
- Servir bien de servir.
- Calienta la crema de leche.
- Incorpora el chocolate en trozos y remueve con la paleta.
- Añade la vainilla
- Deja reposar y reserva.
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