Receta de Pasta Frola: El Postre Clásico Que Endulza Corazones
Hoy vamos a desentrañar los secretos de un clásico que ha conquistado paladares a lo largo y ancho de Sudamérica: la Pasta Frola. Si eres nuevo en este mundo dulce o simplemente quieres perfeccionar tus habilidades, ¡este post es para ti!
¿QUÉ ES LA PASTA FROLA?
La Pasta Frola, también conocida como Pastafrola o Pasta Flora, es una
tarta dulce tradicional de la gastronomía de varios países latinoamericanos,
especialmente Argentina, Uruguay y Paraguay. Su nombre proviene del italiano pasta frolla, que significa masa quebrada o masa
friable, y es precisamente la característica principal de su base: una
masa tierna, ligeramente arenosa y que se deshace en la boca.
Pero la Pasta Frola no es solo una masa; es un lienzo para el sabor. Su
relleno más icónico y popular es, sin duda, el dulce de membrillo.
Sin embargo, también es común encontrarla rellena de dulce de batata (camote),
dulce de leche o incluso mermeladas de frutas variadas como fresa, durazno o
frambuesa.
Visualmente, es inconfundible. Su cubierta se distingue por un enrejado
de tiras de la misma masa que se entrelazan sobre el relleno, creando un patrón
decorativo y funcional que permite que el vapor escape durante el horneado.
¿PARA QUÉ SIRVE LA PASTA FROLA?
Más allá de su delicioso sabor, la Pasta Frola sirve para muchas
ocasiones y propósitos:
- El acompañamiento
perfecto para el mate o el café: En muchos hogares sudamericanos, la
Pasta Frola es la compañera ideal para la merienda. Su dulzura contrasta
maravillosamente con el amargor del mate o el café.
- Postre
familiar: Es un postre clásico para reuniones familiares, domingos por la tarde o
cualquier ocasión que amerite un toque casero y reconfortante.
- Una
delicia para compartir: Fácil de transportar y cortar en porciones, es
ideal para llevar a casa de amigos, a un picnic o para compartir en el trabajo.
- Un
viaje a la infancia: Para muchos, el aroma y sabor de la Pasta Frola evocan recuerdos de la
infancia, de abuelas y de momentos felices en familia. Es un postre que
transmite calidez y tradición.
- Versatilidad
de rellenos: Si bien el membrillo es el rey, la posibilidad de cambiar el relleno la
convierte en una tarta adaptable a diferentes gustos y disponibilidades.
CONSEJOS
DE COCINA
Antes de comenzar a preparar tu Pasta Frola, sigue
estos consejos para que te quede perfecta.
- No
amases la masa en exceso: Esto activará el gluten y tu Pasta Frola quedará
dura, no quebradiza.
- Mantequilla
fría: La clave de una buena masa quebrada es usar mantequilla muy fría.
- Refrigeración: No te saltes el
paso de refrigerar la masa. Es fundamental para su textura y manipulación.
- Creatividad
con el relleno: Si no eres fanático del membrillo, anímate a probar con otros dulces o
mermeladas. ¡Las posibilidades son infinitas!
- Brillo
extra: Para un brillo espectacular, puedes pincelar la Pasta Frola con un poco
de jalea de albaricoque o durazno diluida en agua una vez que sale del horno.
Una Pasta Frola
casera, fragante y deliciosa, lista para ser el centro de atención en tu
próxima merienda. Anímate a prepararla y verás cómo conquistas a todos con este
clásico infaltable.
INGREDIENTES
Para
la Masa
- 250 gramos de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubos
- 125 gramos de azúcar glas (impalpable)
- 1 huevo grande
- 1 yema de huevo grande
- 400 gramos de harina de trigo todo uso, tamizada
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
- Ralladura de 1 limón (opcional, pero muy recomendable)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para
el Relleno
- 500 gramos de dulce de membrillo (o el dulce de tu elección: batata, leche, etc.)
- 2 a 3 cucharadas de agua (si el dulce está muy duro)
Para
Pincelar
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de leche
Utensilios
- Molde para tarta redondo de 24 a 26 cm de diámetro
- Papel de horno (papel vegetal)
- Rodillo
- Bol grande
- Rejilla para enfriar
PREPARACIÓN
Prepara
la Masa (Pasta Frola)
- En un bol grande, mezcla la harina tamizada con el polvo de hornear y la pizca de sal.
- Agrega la mantequilla fría cortada en cubos. Con las puntas de los dedos, o un estribo para masa (pastry blender), desmenuza la mantequilla con la harina hasta obtener una textura similar a la arena gruesa. No trabajes demasiado la masa para evitar que se desarrolle el gluten.
- Haz un hueco en el centro y añade el azúcar impalpable, la ralladura de limón, la esencia de vainilla, el huevo entero y la yema.
- Integra todos los ingredientes con suavidad, uniendo la masa sin amasar en exceso. Solo hasta que se forme un bollo homogéneo.
- Envuelve la masa en papel film y refrigera por al menos 30 minutos (idealmente 1 hora). Este paso es crucial para que la masa se asiente y sea más fácil de manipular.
Prepara
el Relleno
- Mientras la masa se enfría, corta el dulce de membrillo en trozos pequeños y colócalo en una cacerola.
- Agrega las 2 a 3 cucharadas de agua (si es necesario) y calienta a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que el dulce se ablande y se pueda integrar fácilmente, formando una pasta suave. Si tu dulce de membrillo ya tiene una consistencia untuosa, puedes omitir este paso y simplemente pisarlo con un tenedor. Reserva.
Arma
la Tarta
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Saca la masa del refrigerador. Divide la masa en dos porciones: aproximadamente 2/3 para la base y 1/3 para el enrejado.
- En una superficie ligeramente enharinada (o entre dos papeles de horno), estira la porción más grande de masa hasta obtener un círculo que sea un poco más grande que tu molde, con un grosor de unos 3-4 mm.
- Con cuidado, traslada la masa al molde previamente enmantecado y enharinado (o forrado con papel de horno). Presiona suavemente los bordes para que se adapte bien al molde. Recorta el exceso de masa que sobresalga.
- Rellena la base con el dulce de membrillo preparado, extendiéndolo de manera uniforme.
- Estira la porción restante de masa (1/3) y córtala en tiras de aproximadamente 1-1.5 cm de ancho.
- Coloca las tiras sobre el dulce de membrillo formando el clásico enrejado. Primero, coloca las tiras en una dirección, separadas por unos 2 cm, y luego intercala las tiras en la dirección opuesta, tejiéndolas por encima y por debajo para crear el patrón. Presiona suavemente los extremos de las tiras contra el borde de la masa base para sellarlas.
Hornea
y Disfruta
- En un pequeño recipiente, bate la yema de huevo con la cucharada de leche. Pincela cuidadosamente el enrejado de masa con esta mezcla para darle un brillo dorado.
- Lleva la tarta al horno precalentado y hornea por 35-45 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el relleno burbujeante. El tiempo puede variar según tu horno.
- Una vez horneada, retira la Pasta Frola del horno y déjala enfriar completamente sobre una rejilla antes de desmoldar y cortar. Es importante que esté fría para que el relleno se asiente y las porciones salgan perfectas.
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